El uso de colágeno en adultos mayores con prótesis dentales genera un creciente interés en el ámbito odontológico y nutricional. Si bien estas estructuras protésicas buscan restaurar la función masticatoria y la estética facial, no resuelven los procesos de reabsorción ósea ni la pérdida de integridad del tejido gingival. En este contexto, surge la pregunta: ¿puede el colágeno ser un apoyo complementario en estos casos?
Deterioro del tejido oral y colágeno
El entorno bucal está compuesto por una serie de tejidos blandos y duros que se ven directamente afectados por la edad. En personas mayores, especialmente aquellas con prótesis removibles o fijas, se observa:
- Disminución de la densidad ósea en el maxilar y la mandíbula.
- Pérdida progresiva de colágeno en la mucosa oral, lo que compromete su elasticidad, resistencia y capacidad de reparación.
- Aumento de la fragilidad capilar y mayor propensión a lesiones, inflamación o úlceras.
Dado que el colágeno es un componente clave en la estructura del hueso alveolar, las encías y otros tejidos conectivos, su presencia adecuada puede influir positivamente en el mantenimiento de la salud bucal, incluso en usuarios de prótesis.
¿Qué tipo de colágeno puede ser útil?
El colágeno hidrolizado es la forma más utilizada en suplementación por su alta biodisponibilidad. Tras su consumo, se descompone en péptidos y aminoácidos que pueden ser utilizados por el cuerpo para apoyar funciones regenerativas. En adultos mayores con prótesis dentales, este tipo de colágeno puede favorecer:
- La regeneración del tejido gingival, facilitando una mejor adaptación de la prótesis a largo plazo.
- La integridad de la mucosa oral, reduciendo la aparición de microlesiones o irritaciones.
- La salud ósea subyacente, particularmente en quienes usan implantes dentales osteointegrados, al ofrecer soporte a la densidad mineral ósea.
Estudios relacionados
Algunos estudios clínicos y revisiones científicas han sugerido que los suplementos de colágeno, en combinación con micronutrientes como la vitamina C, zinc y magnesio, pueden ayudar a mejorar la respuesta del tejido oral frente al trauma mecánico repetido producido por prótesis mal ajustadas o desgastadas.
También se han investigado formas tópicas de colágeno, como geles y apósitos, aplicadas directamente sobre la mucosa para acelerar la curación de úlceras y mejorar la adherencia de la encía a la superficie protésica.
Suplementación y adaptación protésica
La suplementación con colágeno no sustituye las prácticas de higiene ni las visitas periódicas al odontólogo, pero puede constituir una estrategia complementaria para:
- Mejorar el confort oral, especialmente en los primeros meses tras la colocación de una prótesis nueva.
- Favorecer la estabilidad de tejidos blandos, lo cual reduce la movilidad y el roce de las prótesis removibles.
- Prevenir la reabsorción acelerada del hueso, proceso común en adultos mayores edéntulos.
Consideraciones clínicas
Antes de iniciar una suplementación, debe evaluarse:
- El estado general de salud del paciente, especialmente si existen patologías crónicas como insuficiencia renal o hepática.
- La medicación habitual, para evitar interacciones o efectos adversos.
- La calidad de la prótesis existente: si está mal ajustada, ningún suplemento resolverá los problemas derivados.
¿Cuándo puede ser más útil?
Los beneficios del colágeno en adultos mayores con prótesis son más evidentes en las siguientes situaciones:
- En etapas iniciales de adaptación protésica, donde el tejido oral está sometido a estrés mecánico.
- En casos de encías retraídas, delgadas o con antecedentes de inflamación crónica.
- En pacientes que reciben implantes dentales y necesitan optimizar la osteointegración.
- En personas con dieta deficiente en proteínas o micronutrientes clave para la regeneración tisular.
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