La ingesta de colágeno por vía oral es una práctica cada vez más común debido a los grandes beneficios que se le atribuyen a nivel de la salud de la piel, el cabello, las uñas y las articulaciones. Sin embargo, es importante conocer cuáles son los posibles efectos secundarios que pueden surgir al tomar colágeno oralmente.
En general, la ingesta de colágeno no suele presentar efectos secundarios adversos, o estos son leves y poco frecuentes, independientemente de la dosificación. No obstante, algunas personas pueden experimentar sensación de saciedad o náuseas al tomar colágeno. Por ello, se recomienda consumir colágeno hidrolizado, ya que este tipo de colágeno se absorbe con mayor facilidad y es más tolerado por el sistema gastrointestinal por lo que los efectos secundarios del colágeno hidrolizado son aún más leves que los que podría tener el colágeno sin desnaturalizar. Además, el colágeno hidrolizado se encuentra fragmentado en cadenas más pequeñas por la hidrólisis, lo que facilita su absorción y reduce el riesgo de efectos secundarios.
Es importante destacar que, en algunos casos específicos, como en el caso de la artritis, se recomienda tomar colágeno no hidrolizado, también conocido como colágeno no desnaturalizado, ya que este tipo de colágeno es más efectivo para el tratamiento de esta enfermedad.
Por otro lado, la ingesta de colágeno también puede causar un mal sabor en la boca. Por ello, es fundamental considerar la calidad y el origen del colágeno que se consume sea este en cápsulas, comprimidos o suplementos de colágeno. Es importante elegir un colágeno de alta calidad, que se obtenga a partir de fuentes confiables y que esté libre de impurezas o contaminantes.
Por último, es importante tener en cuenta que algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas al consumir colágeno, especialmente si este se obtiene de fuentes como huevos, pescados o crustáceos. Si alguien es alérgico a alguno de estos alimentos y está consumiendo colágeno que proviene de ellos, es probable que experimente una reacción alérgica similar. Por ello, es esencial leer las etiquetas y asegurarse de que el colágeno que se está tomando no contenga ingredientes a los que se sea alérgico.
En conclusión, aunque en general la ingesta de colágeno no suele presentar efectos secundarios adversos, es importante considerar la dosificación, la calidad y su origen, para minimizar el riesgo de efectos secundarios del colágeno. Se recomienda consultar a un médico antes de iniciar la ingesta de colágeno para determinar la dosificación adecuada y evitar interacciones con otros medicamentos o tratamientos que se estén tomando.