Aunque los suplementos de colágeno son considerados seguros en la mayoría de los casos, algunas personas se preguntan si es posible excederse en su consumo y experimentar efectos adversos. La respuesta es que, si bien es raro, un exceso sostenido podría generar molestias digestivas o desequilibrios nutricionales, especialmente si no se ajusta la dieta de forma adecuada.
Qué sucede cuando se consume demasiado colágeno
Los suplementos de colágeno suelen presentarse en forma hidrolizada (péptidos de colágeno), lo que facilita su absorción. Sin embargo, consumir dosis muy elevadas durante un periodo prolongado podría generar efectos secundarios leves en ciertas personas sensibles.
Entre los posibles síntomas de un exceso se incluyen:
- Sensación de pesadez o hinchazón abdominal
- Estreñimiento o cambios en el tránsito intestinal
- Sabor desagradable persistente en la boca
- Náuseas leves (en casos aislados)
Estos efectos suelen deberse a la elevada presencia de proteínas específicas que el cuerpo necesita metabolizar, y no a una toxicidad directa del colágeno.
Dosis recomendadas y márgenes seguros
La mayoría de los estudios clínicos utilizan dosis de entre 2,5 y 10 gramos diarios de colágeno hidrolizado sin reportar eventos adversos graves. Algunas personas llegan a consumir hasta 20 gramos diarios bajo control médico, especialmente en contextos de rehabilitación articular o pérdida de masa muscular.
No existe una dosis máxima oficial establecida, pero se recomienda no superar los 10–15 g diarios de forma continua sin supervisión profesional, sobre todo si se consumen otros suplementos proteicos en paralelo.
Interacción con otros nutrientes
Un exceso de colágeno podría afectar el equilibrio de ciertos aminoácidos si no se acompaña de una dieta variada. Por ejemplo, la glicina y la prolina presentes en el colágeno deben equilibrarse con otros aminoácidos esenciales provenientes de fuentes alimenticias completas. También es importante asegurar una ingesta adecuada de vitamina C, que es fundamental para su metabolización.
¿Cuándo consultar con un profesional?
Si estás consumiendo colágeno diariamente y notas molestias gastrointestinales, cambios en el apetito o síntomas persistentes, es recomendable suspender temporalmente su ingesta y consultar a un profesional de la salud.
Personas con enfermedades hepáticas o renales deberían tener especial precaución, ya que la metabolización de proteínas puede representar una carga adicional para estos órganos.
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